Por: Carmen Miguel

Mujeres migrantes y refugiadas sufren un continuum de violencias: violencias en sus países de origen, en tránsito y en origen.

Huyen de sus países de origen por conflictos bélicos en los que son utilizadas como arma de guerra, situaciones de violencia generalizada, persecuciones por motivos de género, o situaciones de pobreza extrema y en busca de mejores condiciones de vida.

En relación con las violencias en tránsito, datos de organizaciones humanitarias indican que, al menos un tercio de las persona que intentan llegar a Europa en el marco de lo que se ha denominado “crisis de refugiados” son mujeres, niñas/os.

Según el Fondo de Población de NNUU, el 12% de las mujeres migrantes y refugiadas que se desplazan por Europa en el marco de esta crisis están embarazadas. Sin embargo, no tienen acceso a servicios de salud sexual y reproductiva (cuidados pre y post natal) por lo que muchos embarazos son de alto riesgo.

Además, no existen en tránsito mecanismos para prevenir todo tipo de violencias basadas en el género.

La ruta para llegar a Europa encierra muchos retos: riesgo de morir al cruzar el mar, cierre de fronteras, detención, tratos inhumanos o degradantes, robos, falta de acceso a comida y refugio, etc.

Para las mujeres, además, se añaden otros riesgos derivados de asumir la carga de llevar consigo a menores o personas mayores, violación y otras formas de violencia sexual, trata, explotación sexual, etc.

Por otro lado, la inseguridad, estrés y trauma que sufren las personas refugiadas, hace que aumenten los índices de violencia machista en pareja, y muchas mujeres se ven obligadas a permanecer con estas parejas abusivas ya que no existe ningún apoyo para ellas y carecen de acceso a atención médica psicológica, lo que prolonga los efectos del trauma.

La seguridad, que debe proporcionares por autoridades locales en los países de tránsito es muy limitada o inexistente, y muchas veces la propia policía es parte del problema, al ignorar la violencia y explotación que sufren las mujeres, o ser ellos mismos quienes ejercen dicha violencia. Mujeres que viajan solas han denunciado que han tenido que tener relaciones sexuales para poder pasar una frontera.

En relación con el derecho a la información, las mujeres sufren una gran confusión debido a la desinformación sobre su estatuto migratorio, posibilidades de reagrupación familiar, qué es el derecho de asilo, cuándo y dónde se puede solicitar, etc. Ello las hace más vulnerables a la explotación.

En centros de recepción/detención, mujeres y niñas viven en condiciones de hacinamiento. En muchos casos, no existen baños/duchas/dormitorios separados para hombres y mujeres, lo que incrementa el riesgo de sufrir violencia sexual. En algunos de estos centros, se ha denunciado la escasez de leche para bebés, con el sufrimiento que esto implica para los/as propios bebés y las mujeres.

En lugares donde se han cerrado las fronteras como países limitrófes con Grecia o Italia, muchas mujeres y niñas quedan atrapadas en asentamientos informales. Las mujeres no pueden continuar viaje para, en su caso, reagruparse con familiares que ya estén en otro país de la UE. Si buscan rutas alternativas aumenta el riesgo de ser sometidas a explotación y trata. En estos asentamientos existe escasa o nula protección por lo que la violencia y explotación se reproduce.

También es común la explotación por parte de traficantes de migrantes al cruzar el mar. Mujeres que viajan solas han denunciado que se les ha exigido sexo a cambio de una reducción del precio del transporte.

Por lo tanto la violencia contra las mujeres en tránsito goza de una total impunidad.

Las violencias sufridas en tránsito, continúan cuando llegan a los países de destino.

Pese a la proliferación de instrumentos internacionales de derechos humanos que consagran el principio de igualdad, la prohibición de discriminación y que reconocen derechos humanos específicos de las mujeres, parte de la violencia que sufren las mujeres en los países de destino deriva directamente de la propia legislación migratoria y de refugio.

En las leyes migratorias

La regulación del estatuto jurídico de las personas extranjeras se determina en contraposición al estatuto de las personas que son nacionales de un Estado, partiendo de una concepción de la ciudadanía en la que prevale la noción de pertenencia a un territorio como parte integrante de la construcción jurídica del Estado, y no del concepto de persona como sujeto de derechos fundamentales, derechos que son inherentes a la dignidad humana.

De este modo, a las personas nacionales se les reconoce unos derechos que configuran “esta ciudadanía”. Por el contrario, las personas no nacionales no tienen reconocidos estos derechos, por que no se les considera ciudadanos/as.

Por lo tanto, el reconocimiento de derechos se realiza distinguiendo en la ley a la persona nacional de la que no lo es, de este modo desde la ley se construye la diferencia, la alteridad, la otredad.

En el reconocimiento de derechos a la diferente, a la otra, a la no nacional también existe una graduación, ya que las legislaciones, además de distinguir entre personas nacionales y no nacionales, entre éstas últimas, distingue entre personas extranjeras comunitarias y personas extranjeras no comunitarias. Dentro de las personas extranjeras no comunitarias, distingue a su vez, a las personas que se encuentran en situación administrativa regular e irregular.

De este modo, la ley crea una categorización de las personas en la que cada una, dependiendo dentro de qué categoría quede adscrita, disfruta de un mayor o menor reconocimiento de derechos.

Otra diferenciación “no escrita” viene impuesta por la lógica patriarcal que preside las leyes de extranjería, lógica que dificulta la inclusión de las mujeres migrantes como como sujeto migratorio autónomo.

Si bien, las leyes de extranjería prevén mecanismos de inclusión de las personas migrantes en situación administrativa irregular, estos mecanismos exigen requisitos de difícil cumplimiento que más que generar inclusión, producen exclusión, perpetuando situaciones de vulnerabilidad incompatible con el respeto a los derechos humanos no derogables e inherentes a toda persona con independencia de su situación administrativa.

La inmigración es medida en términos de aportación. Es aceptada en tanto suponga un beneficio para la sociedad receptora, cuando es necesaria mano de obra. De este modo se aborda el fenómeno migratorio desde un punto de vista utilitarista prescindiendo de toda dimensión humana.

Dentro de esta lógica instrumental de la inmigración, la inclusión, se realiza en términos laborales, por ello, la vía principal de acceso a la regularización es contar con una oferta de trabajo. Así pues, se potencia la integración del trabajador extranjero, utilizando este término no en sentido neutro sino referido al trabajador masculino, por cuanto sólo el trabajo productivo realizado en el ámbito público es valorado.

Las leyes de extranjería reproducen la división sexual del trabajo con la asignación de roles de género: el hombre trabaja en el ámbito público y la mujer, la cuidadora, trabaja en el ámbito privado, ocupándose de las tareas domésticas, ya sea en su propia casa y dependiendo económicamente de su esposo, o trabajando en el servicio doméstico para terceras personas.

El trabajo femenino realizado en el ámbito doméstico-privado, vinculado con la ética del cuidado, está infravalorado, sobre todo si lo realiza una mujer migrante, ya que en ella confluyen diferentes factores de exclusión: la discriminación interseccional.

Aunque los hombres extranjeros no están exentos de enfrentarse con innumerables obstáculos al intentar regularizar su situación administrativa mediante el contrato de trabajo, los obstáculos que experimentan las mujeres son mayores debido a que los sectores a los que tienen acceso son sectores poco o no regulados legalmente (servicio doméstico, agricultura), lo que contribuye a que sean víctimas de mayores abusos: salarios bajos, jornadas interminables y violencia sexual, trato denigrante, etc.

Estos trabajos, muchas veces, se realiza en condiciones de semiesclavitud. Se constata un acceso desigual de las mujeres a trabajos mejor remunerados, cualificados y dotados de mayor protección, así como una sobrerepresetación de las mujeres en la economía sumergida, lo que repercute en una menor independencia económica.

Las conclusiones que se puede extraer son: por un lado, que la exclusión en el disfrute de los derechos se produce desde la ley y, por otro lado, el derecho de extranjería regula los mecanismos de inclusión privilegiado un punto de vista masculino que discrimina indirectamente a las mujeres en el acceso a derechos.

Además de este sesgo androcéntrico con el que se interpreta el derecho de extranjería, éste se interpreta también con un sesgo etnocéntrico que perjudica igualmente a las mujeres.

Un ejemplo lo tenemos en la imposibilidad de reagrupar a segundas esposas; o en la separación de madres víctimas de trata y sus hijos/as por la aplicación de estereotipos sobre lo que significa ser “una buena madre”, y no aceptar formas de maternaje igualmente válidas por el simple hecho de ser diferentes a las existentes en las sociedades occidentales.

En las leyes de refugio

En relación con las mujeres necesitadas de protección internacional, a éstas se las construye como “no sujeto” al no reconocerse muchas prácticas opresivas contra ellas como violaciones de derechos humanos, como persecución o daños graves que legitimen su reconocimiento como refugiadas o como beneficiarias de protección subsidiaria.

El Derecho de las personas refugiadas es “miope al género” ya que, tomando como referente la experiencia masculina, al igual que el Derecho de Extranjería, excluye o dificulta a las mujeres en toda su heterogeneidad y a otros colectivos no hegemónicos el acceso a la protección internacional debido a que los elementos que integran la definición de persona refugiada recogida en la Convención de Ginebra sobre los Refugiados de 1951 (CG), se interpretan con un sesgo androcéntrico. Estos elementos son a) temor fundado de sufrir persecución, b) agente de persecución, c) alternativa de huida interna; y d) nexo causal, motivos de la CG.

  1. Temor fundado de sufrir persecución:

Hombres y mujeres pueden ser sometidos/as a los mismos daños o persecución, pero las mujeres también sufren daños perpetrados específicamente por su sexo como mutilación genital femenina, matrimonio forzoso, violencia machista en pareja, gestación o aborto forzoso, esterilización forzosa, trata para la explotación sexual, etc.

Es preocupante que el “concepto de persecución” no sea interpretado de forma amplia para incluir este tipo de daños. El concepto de persecución debe interpretarse de un modo inclusivo desde un enfoque de derechos humanos para englobar los daños prototípicamente sufridos por las mujeres.

  1. Agente de persecución:

Pese a que la CG no establece que la persecución deba llevarse a cabo por un agente del Estado, muchos Estados así lo interpretan perjudicando a las mujeres perseguidas por motivos de género ya que, en estos casos, la persecución se produce por agentes no estatales, ya sea el esposo, familiares o la propia comunidad. La persecución por agentes no estatales ha sido ampliamente reconocida por el ACNUR cuando frente a la persecución por parte de un agente no estatal, el Estado “no puede o no quiere proporcionar protección”.

  1. Alternativa de huida interna:

ACNUR la define como “una zona específica del país en donde no haya riesgo de temores fundados de persecución y donde, dadas las circunstancias particulares del caso, es razonable esperar que el individuo pueda asentarse y llevar una vida normal”.

Hay que tener en cuenta que si el agente de persecución es estatal, se presume que las autoridades nacionales actúan por todo el país y que, por tanto, una alternativa de huida interna no sería factible.

Sin embargo, la alternativa de huida interna sí es factible cuando el agente de persecución es una agente no estatal puesto que este agente quizá no busque a la solicitante en la zona en la que pueda ser reubicada.

Como en los casos de persecución por motivos de género el agente es no estatal, la alternativa de huida interna puede ser utilizada para limitar el acceso a la protección internacional.

Cuando se valore la posibilidad de alternativa de huida interna debe tenerse muy en cuenta las implicaciones de género que ello pueda tener y así valorar la situación de seguridad y el respeto por los derechos humanos de las mujeres en la zona supuestamente segura dentro del país y las posibilidades de supervivencia económica, y obstáculos de acceso a DESC para mujeres solas, etc.

  1. Nexo causal, motivos de la CG:

En las peticiones de asilo por motivos de género, uno de los requisitos más difíciles de cumplir es demostrar que la persecución se produce por uno los motivos de la CG (raza, nacionalidad, religión, pertenencia a un determinado grupo social y opiniones políticas), es decir, cumplir con el requisito del nexo causal.

Esta dificultad es debida a que se tiende erróneamente a considerar que la persecución por motivos de género se produce por un motivo personal, privado o cultural y no por motivos previstos en la CG por la aplicación de un principio de igualdad asimilacionista que toma como persecución paradigmática la sufrida por el varón en el ámbito público y por agentes estatales.

De este modo, las persecuciones específicas sufridas por las mujeres, en tanto que no se asemejan a las persecuciones sufridas por los hombres, no son consideradas políticas, no son consideradas públicas sino privadas.

Al despolitizar la intención del agente de persecución, a las mujeres les resulta más difícil probar que son perseguidas por un motivo de la CG, es decir, cumplir con el requisito del nexo causal.

Para facilitar el reconocimiento de las mujeres como refugiadas es necesario entender que, aunque un agente no estatal persiga por un motivo no previsto en la CG, si el Estado no da protección a las mujeres frente a esta persecución y lo hace por motivos de género, sí se da el nexo causal.

Conclusión: Pese a la pretensión de neutralidad de género de la definición de persona refugiada de la CG, la legislación no responde a las particulares necesidades de protección de las mujeres ni a sus experiencias de persecución y, por esta razón, las mujeres son discriminadas, y ven rechazadas sus peticiones de asilo en mayor medida que los hombres.

Barcelona, 12 de juliol 2018- La tercera Audiència de la Sessió del Tribunal Permanent dels Pobles (TPP) sobre la violació amb impunitat dels drets humans de les persones migrants i refugiades va tenir lloc els passats 29, 30 de juny  i 1 de juliol a Barcelona. Després d’examinar casos de violacions de drets humans en els eixos de Gènere i diversitat Sexual, Menors i Joves i Frontera sud, presentats per organitzacions de migrants i refugiades, organitzacions actives en la solidaritat i centres d’investigació, les conclusions de les sis jutgesses del Tribunal són contundents: A les fronteres europees s’estan cometent crims contra la humanitat. Els responsables són tant la Unió Europea com els Estats Membre, amb l’agreujant que existeix una estratègia de no-reconeixement dels fets i de garantia de la impunitat pels responsables individuals i institucionals.

Jara Henar, Alianza por la Solidaridad

L’Audiència sobre Espais de «No Dret» del Tribunal Permanent dels Pobles (TPP) va ser convocada i preparada per desenes d’organitzacions de persones migrants i refugiades i altres organitzacions de la societat civil i va comptar amb la presència d’un jurat compost únicament per dones, expertes de reconeixement estatal i internacional: Teresa Almeida, Bridget Anderson, Marina Forti, Patricia Orejudo, Laia Serra i Stasa Zajovic.

El 29 de juny, l’Audiència va ser inaugurada amb la presència de l’Ajuntament de Barcelona (Jaume Asens, Tercer Tinent de l’Alcaldia i M. Dolores López, Comissionada d’Inmigració, Interculturalitat i Diversitat), així com representants de les organitzacions convocantsde l’àmbit internacional (Jille Belisario de la Transnational Migrant Platform Europe i Federico Pacheco de la Coordinació Europea de la Vía Campesina). També van intervenir Lamine Sarr per part del Sindicat Popular de Venedors Ambulants i la Tancada Migrant de Barcelona, Giani Tognoni, Secretari General del Tribunal Permanent dels Pobles i Brid Brennan del Transnational Institute. Jaume Asens va afirmar que «les 100 persones mortes avui al Mediterrani ens assenyalen una fosa comú, ens assenyalen responsabilitats polítiques en un context de crisi dels Drets Humans». Lamine Sarr va recordar que les persones migrants tenen moltes més dificultats per travessar fronteres que les mateixes mercaderies. Federico Pacheco va observar que «el discurs que justifica el racisme i el colonialisme és portat a terme per tots els països de la Unió Europea, justificant mesures que busquen mecanismes d’expulsió més eficaços , mentre Europa viola la llei internacional deixant morir gent al mar». Per la seva banda, Jille Belisario va ressaltar que amb la sessió «es busca avançar cap al reconeixement de la humanitat i dignitat de les persones migrants i refugiades, però, a més, visibilitzar la seva participació com a subjectes de ple dret en l’elaboració de les alternatives cap a una societat més justa». Brid Brennan va remarcar que «aquestes audiències del TPP han desenvolupat un gran espai de trobada entre persones migrants i refugiades que són en si mateixes agents polítics transnacionals i que ens porten el repte de construir noves solidaritats des de dins de l’ «Europa Fortalesa».

La introducció de l’Audiència va estar a càrrec de Juan Hernández Zubizarreta i de Beatriz Plaza, que van vincular els elements essencials de l’Acusació General establerta el 2017, amb els eixos de l’Audiència de Barcelona (Gènere i diversitat sexual, Menors i oves i Fronteea Sud). En particular, van denunciar la llei espanyola d’Estrangeria i la llei de Seguretat Ciutadana que criminalitza a les persones migrants. Van ressaltar, a més, la necropolítica europea, al centre de la violació amb impunitat dels drets, i que consisteix a deixar morir a les persones. En el seu torn, el Secretari General del Tribunal Permanent dels Pobles va recordar el procés de la Sessió del TPP, observant que a les audiències anteriors (Palermo, desembre de 2017 i París, gener de 2018), es va aconseguir la documentació i la qualificació jurídica de les polítiques europees. Va afirmar que les morts causades per la necropolítica europea són el resultat d’una guerra que la Unió Europea i els Països Membres han declarat a les persones migrants i refugiades, i que els acords dels governs europeus estan creant un dret paral·lel que viola els tractats internacionals i consolida autèntics crims de sistema.

A l’Eix sobre Gènere i Diversitat Sexual, que va ser introduit per Carmen Miguel Juan, els casos van ser preparats i presentats per Ca la Dona, Entrepobles, Mujeres migrantes diversas, ACATHI, Stop Maremortum, Yo sí sanidad universal/PASUCAT, No muri No recinti, Women’s Link, Casa Delle Donne, Non Una di Meno Genova, APDHA, KASAPI & MELISSA-Grecia, Waling-Waling Campaign for Rights of Migrant Domestic Workers-UK, Women in Exile, Centro Filipino de Barcelona, Mujeres pa’lante, Alianza contra la Pobreza Energética, Unitat Contra el Feixsme i el Racisme (UCFR). Des del marc establert a la introducció en la qual s’expressava fins a quin punt les legislacions sobre migració i refugi són «cegues al gènere», es van desplegar una sèrie de conseqüències en forma de vulneracions específiques a les dones. El reconeixement del dret a protecció internacional enfocat en casos en les que les vulneracions es donen en un espai públic per part d’un agent estatal, relega a un segon pla moltes de les causes de les quals fugen les dones, considerades com a «domèstiques» o «culturals». D’altra banda, la vinculació de la residència temporal al contracte laboral no té en compte els treballs de cures als que moltes vegades poden accedir les dones migrades. En termes de violències en trànsit, es van presentar casos sobre la realitat que preval a Itàlia, Grècia, Alemanya, Marroc i a l’Estat espanyol. Es va evidenciar el continuum de violències que pateixen les dones migrades i refugiades en els països d’origen, en el trànsit cap a les fronteres europees i un cop establertes en els països europeus, a través de les seves feines, sovint invisibilitzades a les llars o en els camps agrícoles, i en el seu accés a la salut o a l’habitatge i els subministraments energètics. A l’Eix també es va presentar el cas de les persones LGTBI. Aquestes són blanc d’homicidis, violència sexual i de gènere, tortura i detencions arbitràries als països d’origen. En el trànsit són també víctimes de tota mena de violacions de drets i després a dins de les fronteres europees, que no desenvolupen un marc adequat per assegurar la seva protecció.

Cas de Isla Mar (Sra. Estefanny Molina, Women’s Link)

L’Eix de Menors i Joves va ser introduït per Raquel Prado, i els casos van ser presentats per l’Espai de l’Immigrant i el Centre Filipí de Barcelona. Es va destacar la situació de desemparament que pateixen els menors de 18 anys, malgrat estar protegides per més de cent normes de dret internacional, de les quals la UE i els seus Estats membres n’han firmat i ratificat la quasi totalitat. En particular, es destaca la Convenció de Drets del Nen i la Nena. Les persones menors migrants viatgen no acompanyades o bé són separades en el trànsit cap a les fronteres europees. Moltes desapareixen, víctimes de tràfic de persones, de prostitució, explotació, esclavitud, sense que els Estats assumeixin les seves responsabilitats de buscar-les. Es va denunciar que els Estats tampoc asseguren l’accés a una vida digna i plena er a les persones joves que assoleixen la majoria d’edat, en igualtat de condicions respecte a la resta de joves.

L’Eix de Frontera Sud va ser presentat per Bru Aguiló de Fotomovimiento, i els casos van ser preparats per: NOVACT, Sindicat Popular de Venedors Ambulants, Alianza por la Solidaridad, Observatori DESC, Fotomovimiento, Collectif Des Femmes Migrantes Au Maroc  COFMIMA, Women’s Link, SOS Racisme, Centre Delàs, Tanquem els CIEs, Alianza por la Solidaridad, APDHA, Women’s Link, IRIDIA, ELIN. La presentació de l’Eix es va enmarcar com un Espai de «No Dret», en el qual prevalen l’expoli, la colonització, la neocolonització, l’imperialisme i neoimperialisme així com un profund racisme institucional. Es va transitar des dels espais de no-dret que apareixen abans de travessar les fronteres i, passant per elles, es va arribar als espais de no-dret que es construeixen al voltant de la persona migrada a les nostres ciutats a través del racisme institucional. Es va començar destacant les devastadores xifres de les arribades: si es pren com a marc temporal comparatiu de l’1 de gener al 10 de juny del 2017, i es compara amb el mateix període de temps del present 2018, s’observa que les arribades s’han multiplicat per dos, assolint la xifra de 9315 el 2018. Les morts i desaparicions s’han multiplicat per quatre. Al conjunt del Mar Mediterrani, més de 14.000 persones han mort o desaparegut des de 2014. Mitjançant les rutes mediterrànies en general, s’estima que van arribar a territori europeu més de 42.000 persones, i que únicament el 2017, 10.000 van ser retornades a Líbia. En els casos presentats, es va destacar la violació de drets a Marroc, en les fronteres marítimes i la tanca (per exemple a través del cas Tarajal o de les dones de Isla del Mar així com testimonis directes) es van denunciar una sèrie de pràctiques vulneradores de drets per part dels agents de l’Estat Espanyol que van resultar en la mort de 15 persones el 6 de febrer de 2014. Les denúncies es van estendre als Centres d’Internament per Estrangers (CIEs) que, junt amb les batudes de perfil ètnic o les trabes burocràtiques per a aconseguir la regularització, contribueixen a mantenir a les persones migrades en sutuació de vulnerabilitat, la qual cosa facilita la seva explotació laboral i el seu silenci. D’altra banda, es va denunciar com un dels pilars de l’arquitectura que assegura la impunitat en la violació de drets de les persones migrants i refugiades s’ubica a l’externalització a actors privats, molts d’aquests, empreses transnacionals. En aquest sentit, es va destacar el negoci que fan les empreses actives a l’àmbit militar i de la seguretar i es va il·lustrar en concret el cas d’INDRA. En aquest cas es va evidenciar la co-responsabilitat del govern espanyol que disposa del 18.7% de les accions de l’empresa. INDRA va ser denunciada per construir la tercera tanca a la frontera de Melilla, per la producció d’un equip militat usat per Aràbia Saudita a Yemen i per haver influït, amb altres empreses del sector, en què la resposta de la Unió Europea i del Govern Espanyol a la «crisi migratòria» sigui eminentment militaritzada.

Sani Ladan, ELIN

Les organitzacions de persones migrants van tenir un rol central a l’Audiència. No només en el reconeixement de les vulneracions i opressions que pateixen sinó també en termes de les resistències generades enfront de aquestes vulneracions. Això es va fer evident sota la forma de narratives diverses i accions autoorganitzades que van des de la revindicació de drets com és el cas d’organitzacions de treballadores de la llar i de cures (Waling-Waling, Mujeres migrantes diversas), a la denúncia i el suport mútu en situacions que vulneren la mateixa legalitat (Women in Exile). A més, cal destacar la importància de les alternatives econòmiques proposades des de l’associacionisme i el cooperativisme del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, que recentment ha llençat la seva «antimarca» de roba «Top Manta» o la propsta de MELISSA-Greece, conformade per dones de més de 45 nacionalitats que donen solucions a menors no acompanyats, entre altres situacions. Una de les principals contribucions de la Sessió del TPP radica en fer visibles el que aporten aquestes resistències a la societat, teixides amb les lluites socials tradicionals. En aquest sentit, la representant de Waling Waling deia «la nostra campanya transnacional pels nostres drets laborals és una de les nostres grans contribucions, en aquesta era del sindicalisme a Gran Bretanya».

Després d’escoltar atentament les històries de vida durant dos dies, i recollint les principals idees dels testimonis, les Jutgesses del Tribunal van expressar el seu profund reconeixement per la valentia, la contundència i la precisió de les persones i organitzacions que van presentar casos. Van afirmar que a les  fronteres europees s’estan cometent crims contra la humanitat, i que els responsables són tant la unió Europea com els Estats Membres.

Patricia Orejudo va observar «hem escoltat a nombroses històries de vida plagades de violències, brutalitat i negació de drets. El fet comú a totes elles és que han estat produïdes per la ubicació forçada d’aquestes persones en Espais de No-Dret. La primera causa d’aquests espais és que el mateix Dret discrimina i desposseeix de drets». Va assenyalar també que es creen «No Dret» per la falta de visibilitat de les necessitats particulars de totes les persones. Darrere de la suposada neutralitat, s’amaga una configuració androcèntrica que dificulta l’exercici dels drets per part de dones, nenes i del col·lectiu LGBT. «La llei d’Estrangeria és androcèntrica quan ignora l’especificitat del treball domèstic o de cures, exercit fonalmentalment per dones i en un percentatge important, dones migrants». Per tant, es requereixen conceptes flexibles que pal·liïn la interseccionalitat de la discriminació. Va subratllar també que els Espais de «No Dret» es generen quan les lleis no són aplicades i que s’obren espais d’impunitat i de negació de la justícia. Finalment, va observar que la conformació d’aquests espais és l’avantsala per a més zones de «No Dret», i que si no es posa remei a això, les retallades en drets s’estendran a totes les persones.

Laia Serra va posar en consideració el Tribunal Permanent dels Pobles com una eina de reconeixement de les vulneracions, de visibilització de patrons sistemàtics de violències, de creació de noves categories polítiques i jurídiques i d’oportunitat de denúncia, de reparació simbòlica, alhora que espai de trobada per a teixir aliances. Va destacar quan oportuna era l’Audiència en termes de revessar el debat entre el que és legal i el que és legítim, la legalitat versus la justícia. Va observar també com la frontera s’ha convertit en un concepte basat en la segregació, que legitima el manteniment de privilegis, una sort de «nou Apartheid», on s’enfronta a les persones que tenen una ciutadania i a les que no la tenen. Va assenyalar que preval una «invisibilització de què la riquesa i l’estat del benestar europeu estan construïts sobre l’explotació, l’espoli i la violència cap a altres pobles», en el marc del Deute Històric, en el que Europa té «responsabilitat per l’extermini de pobles i cultures, i la depredació dels seus recursos». Va afirmar també que a la base de les polítiques migratòries actuals es troba el model econòmic capitalista. Es va pronunciar també sobre el feixisme social, en tant a «un discurs que banalitza violències, reivindica la legitimitat de l’amenaça exterior i la necessitat de protecció».

Teresa Almeida va destacar la prevalença actual del feixisme social, que es manifesta com un règim, cultura i civilització, on les nocions de justícia, equitat, universalitat i solidaritat perden tot el seu significat. En aquest règim, les relacions socials i laborals es troben permeades per la segregació, la violència, la precarietat i indiferència i la democràcia es buida de significat, deixant de reconèixer a totes les persones com a subjectes de drets. «El que s’ha reportat aquí, no ha estat únicament la indiferència enfront de la desesperació i la mort de les persones, sinó també el seu assetjament i la criminalització de les persones migrants i de les que les hi donen suport», va assenyalar. Va destacar també que «no només es permet sinó que s’encoratja als actors que tenen capacitat de causar danys a les persones migrants, en el marc dels acords que es firmen amb països en trànsit com Marroc, Líbia o Turquia, i que actuen com a porters que prevenen l’entrada a Europa de les formes més horribles que ens puguem imaginar». Va valorar també la necessitat d’establir xarxes de resistència que contrarestin la militarització i la securitització de l'»Europa Fortalesa», i que pot prendre la forma d’establir espais com la Sessió del Tribunal Permanent dels Pobles, la creació de ciutats-refugi, entre d’altres.

Bridget Anderson va afirmar que «el problema no són les persones migrants, el problema és Europa». Va destacar que la situació actual d’aquestes persones exposa la naturalesa patriarcal i anti-dones que existeix a Europa. «Els aspectes negatius d’Europa es vinculen estretament amb el capitalisme, no són simplement males actituds, sinó més aviat dominació, expropiació i negoci, tant en l’àmbit econòmic, com a social». Va assenyalar la importància de les alternatives que desenvolupen les persones migrants als Espais de «No Dret», convertint a les fronteres en espais on es fa política. En aquest sentit va ressaltar la importància d’iniciatives com la del Sindicat Popular de Venedors Ambulants de Barcelona i el Centre Elin de recepció de migrants. Va observar també que s’ha de deixar de considerar a les persones migrants com a víctimes que hem d’ajudar, i més aviat reconèixer-les com a agents dels quals tenim molt per aprendre. Va recordar que s’ha de seguir exigint a la Comissió Europea la lliure circulació de les persones, detenir l’externalizació en la gestió de les fronteres, assegurar vies lliures i segures i canals legals per entrar a Europa, però que també s’ha d’exigir la rendició de comptes de les empreses transnacionals i d’alguns actors humanitaris que col·laboren estretament amb la policia i l’exèrcit. D’altra banda, va afirmar que els sindicats han de ser interpel·lats, perquè reconeixen únicament al treball formal, mentre haurien de donar suport al desenvolupament de noves organitzacions de treballadors/es més inclusives. Finalment, va recomanar que es connectin els abusos i l’explotació de les persones migrants amb els beneficis de les empreses transnacionals.

Marina Forti va observar que els mitjans de comunicació tenen una responsabilitat important en la difusió d’una narrativa basada en nocions com l'»emergència» o la «crisi migratòria», difonent freqüentment estereotips negatius sobre les persones migrants i les seves organitzacions. Va recomanar en aquest sentit treballar sobre un relat alternatiu, i el paper que la premsa pot jugar en aquest sentit. Va destacar que «els discursos d’emergència, crisi i invasió formen part d’una construcció deliberada de la política de la por i de l’odi». «Els drets fonamentals es perden en les tanques i fronteres, desapareixen en els campaments en el trànsit, s’enfonsen en el Mediterrani». Finalment va recordar la importància de les organitzacions de persones migrants i de la societat civil organitzada en el restabliment d’Espais de Dret, on es mantingui visqui la solidaritat.

Stasa Zajovic va al·ludir al tancament de la ruta dels Balcans i la situació de completa vulneració de drets que es dóna allà, recollint dades sobre les narratives institucionals de la Unió Europea que propugnen que aquestes situacions es donin i que, a més, es normalitzin.

El Secretari General del Tribunal Permanent dels Pobles, Gianni Tognoni, va concloure que els crims contra la humanitat denunciats davant el Tribunal tenen «l’agreujant d’una estratègia de no reconeixement dels fets i de la garantia d’impunitat per als responsables individuals i institucionals».

La propera Audiència de la Sessió del Tribunal Permanent dels Pobles tindrà lloc a Londres l’octubre de 2018 i serà sobre la temàtica del treball. L’Audiència final del Tribunal tindrà lloc a inicis del 2019.


Barcelona, 12 de juliol 2018.- Les sis jutgesses del TPP denuncien que els responsables d’aquests crims són tant la Unió Europea com els estats membres amb l’agreujant que existeix una estratègia de no-reconeixement dels fets i de garantia de la impunitat per als responsables individuals i institucionals. Les conclusions es portaran a la propera audiència del Tribunal que tindrà lloc a Londres a l’octubre d’aquest any i se centrarà en els drets laborals. Tots els casos i propostes presentats serviran per preparar les mobilitzacions i accions polítiques de cara a les eleccions del Parlament Europeu del proper any.

L’Audiència sobre Espais de “No Dret” del Tribunal Permanent dels Pobles (TPP) va tenir lloc els dies 29, 30 de juny i 1 de juliol a Barcelona. L’Audiència, centrada en les violacions de drets humans relacionats amb temes de gènere i diversitat sexual, menors o succeïts a la Frontera Sud van ser jutjats per 6 expertes de reconeixement internacional – Bridget Anderson, Laia Serra, Patricia Orejudo, Stasa Zajovic, Teresa Almeida i Marina Forti- i va ser presidit per Gianni Tognoni, Secretari General del Tribunal.

El més destacat d’aquesta Audiència ha estat la seva profunda perspectiva de gènere i la participació de desenes de col·lectius de persones migrants no només com a testimoniatges de les vulneracions i opressions que sofreixen sinó també en termes de les resistències generades davant tals vulneracions. Brid Brennan (Transnational Institute) va remarcar com les diferents audiències han servit d’espai de trobada entre persones migrants i refugiades «que són en si mateixes agents polítics transnacionals i que ens porten el repte de construir noves solidaritats des de dins de l’Europa Fortalesa». Lamine Sarr, del Sindicat Popular de Venedors Ambulants de Barcelona va recordar que les persones migrants tenen moltes més dificultats per creuar les fronteres que les pròpies mercaderies. Jille Belisario (Transnational Migrant Platform – Europe) va ressaltar que amb la Sessió «es busca avançar cap al reconeixement de la humanitat i de la dignitat les persones migrants i refugiades, però a més visibilizar la seva participació com a subjectes de ple dret en l’elaboració de les alternatives cap a una societat més justa». Federico Pacheco (La Vía Campesina) va observar que “el discurs que justifica el racisme i el colonialisme és dut a terme per tots els països de la Unió Europea, justificant mesures que busquen mecanismes d’expulsió més eficaces, mentre Europa viola la llei internacional deixant morir gent en el mar».

Les Jutgesses, recollint les principals idees dels testimonis, van expressar el seu  profund reconeixement per la valentia, contundència i precisió de les persones i organitzacions que van presentar els casos. El Secretari General del Tribunal Permanent dels Pobles, Gianni Tognoni, va concloure que els crims contra la humanitat denunciats davant el Tribunal tenen “l’agreujant d’una estratègia de no reconeixement dels fets i de la garantia d’impunitat per als responsables individuals i institucionals”.

Entre els eixos de lluita principals s’han identificat: el sistema econòmic, el sistema judicial estatal i europeu, (La Llei espanyola d’Estrangeria i la Llei de Seguretat Ciutadana que criminalitzen a les persones migrants) i el dret paral·lel que viola els tractats internacionals i legalitza els crims del sistema, el feixisme social i el relat tòxic que despleguen sobre la migració polítics i alguns mitjans de comunicació. La propera Audiència de la Sessió del Tribunal Permanent dels Pobles tindrà lloc a Londres a l’octubre de 2018 i se centrarà en els drets laborals, i la Sessió del Tribunal culminarà en 2019, abans de les eleccions del Parlament Europeu.

El Tribunal Permanent dels Pobles (TPP) neix en Bologna per donar continuïtat a l’experiència del Tribunal Russell I sobre Vietnam (1966-67), que va aconseguir introduir la categoria de «Crims de Guerra» en la legislació internacional, i del Tribunal Russell II sobre Amèrica Llatina (1973-76). Es va proposar com a instrument permanent de reconeixement, visibilitat per a tots aquells pobles víctimes de violacions dels drets fonamentals contemplats per la Declaració Universal dels Drets dels Pobles (Alger, 1976). Des de llavors ha desenvolupat més de 40 sessions en diferents països, dedicades al neocolonialisme econòmic, la globalització, la guerra, el genocidi i els crims econòmics, entre uns altres. Les seves sentències i recomanacions han estat moltes vegades preses com a punt de partida tant per institucions com per moviments socials per canviar situacions de vulneració de drets.

Tribunal Permanent dels Pobles (TPP). Sessió 1 juliol 2018

Barcelona, 12 de julio de 2018.- Las seis juezas del TPP denuncian que los responsables de estos crímenes son tanto la Unión Europea como los estados miembros con el agravante de que existe una estrategia de no-reconocimiento de los hechos y de garantía de la impunidad para los responsables individuales e institucionales. Las conclusiones se llevarán a la próxima audiencia del Tribunal que tendrá lugar en Londres en octubre de este año y se centrará en los derechos laborales. Todos los casos y propuestas presentados servirán para preparar las movilizaciones y acciones políticas de cara a las elecciones del Parlamento Europeo del próximo año.

La Audiencia sobre Espacios de “No Derecho” del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) tuvo lugar los días 29, 30 de junio y 1 de julio en Barcelona. La Audiencia, centrada en las violaciones de derechos humanos relacionados con temas de género y diversidad sexual, menores o sucedidos en la Frontera Sur fueron juzgados por 6 expertas de reconocimiento internacional – Bridget Anderson, Laia Serra, Patricia Orejudo, Stasa Zajovic, Teresa Almeida y Marina Forti- y fue presidido por Gianni Tognoni, Secretario General del Tribunal.

Lo más destacado de esta Audiencia ha sido su profunda perspectiva de género y la participación de decenas de colectivos de personas migrantes no sólo como testimonios de las vulneraciones y opresiones que sufren sino también en términos de las resistencias generadas ante tales vulneraciones. Brid Brennan (Transnational Institute) remarcó como las diferentes audiencias han servido de espacio de encuentro entre personas migrantes y refugiadas «que son en sí mismas agentes políticos transnacionales y que nos traen el reto de construir nuevas solidaridades desde dentro de la Europa Fortaleza». Lamine Sarr, del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona recordó que las personas migrantes tienen muchas más dificultades para cruzar las fronteras que las propias mercancías.Jille Belisario (Transnational Migrant Platform – Europe) resaltó que con la Sesión «se busca avanzar hacia el reconocimiento de la humanidad y de la dignidad las personas migrantes y refugiadas, pero además visibilizar su participación como sujetos de pleno derecho en la elaboración de las alternativas hacia una sociedad más justa». Federico Pacheco (La Vía Campesina) observó que “el discurso que justifica el racismo y el colonialismo es llevado a cabo por todos los países de la Unión Europea, justificando medidas que buscan mecanismos de expulsión más eficaces, mientras Europa viola la ley internacional dejando morir gente en el mar».

Las Juezas, recogiendo las principales ideas de los testimonios, expresaron su profundo reconocimiento por la valentía, contundencia y precisión de las personas y organizaciones que presentaron los casos. El Secretario General del Tribunal Permanente de los Pueblos, Gianni Tognoni, concluyó que los crímenes contra la humanidad denunciados ante el Tribunal tienen “el agravante de una estrategia de no reconocimiento de los hechos y de la garantía de impunidad para los responsables individuales e institucionales”.

Entre los ejes de lucha principales se han identificado: el sistema económico, el sistema judicial estatal y europeo, (La Ley española de Extranjería y la Ley de Seguridad Ciudadana que criminalizan a las personas migrantes) y el derecho paralelo que viola los tratados internacionales y legaliza los crímenes del sistema, el fascismo social y el relato tóxico que desplegan sobre la migración políticos y algunos medios de comunicación. La próxima Audiencia de la Sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos tendrá lugar en Londres en octubre de 2018 y se centrará en los derechos laborales, y la Sesión del Tribunal culminará en 2019, antes de las elecciones del Parlamento Europeo.

El Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) nace en Boloña para dar continuidad a la experiencia del Tribunal Russell I sobre Vietnam (1966-67), que consiguió introducir la categoría de «Crímenes de Guerra» en la legislación internacional, y del Tribunal Russell II sobre América Latina (1973-76). Se propuso como instrumento permanente de reconocimiento, visibilidad para todos aquellos pueblos víctimas de violaciones de los derechos fundamentales contemplados por la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos (Argel, 1976). Desde entonces ha desarrollado más de 40 sesiones en diferentes países, dedicadas al neocolonialismo económico, la globalización, la guerra, el genocidio y los crímenes económicos, entre otros. Sus sentencias y recomendaciones han sido muchas veces tomadas como punto de partida tanto por instituciones como por movimientos sociales para cambiar situaciones de vulneración de derechos.

Barcelona, 12 de julio de 208.- La tercera Audiencia de la Sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) sobre la violación con impunidad de los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas tuvo lugar el 29, 30 de junio y 1 de julio en Barcelona. Tras examinar casos de violaciones de derechos humanos en los ejes de Género y diversidad Sexual, Menores y Jóvenes y Frontera Sur, presentados por organizaciones de personas migrantes y refugiadas, organizaciones activas en la solidaridad y centros de investigación, las conclusiones de las seis juezas del Tribunal son contundentes: en las fronteras europeas se están cometiendo crímenes contra la humanidad. Los responsables son tanto la Unión Europea como los Estados Miembros, con el agravante de que existe una estrategia de no-reconocimiento de los hechos y de garantía de la impunidad para los responsables individuales e institucionales.

Jara Henar, Alianza por la Solidaridad

La Audiencia sobre Espacios de “No Derecho” del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) fue convocada y preparada por decenas de organizaciones de personas migrantes y refugiadas y otras organizaciones de la sociedad civil y contó con la presencia de un jurado únicamente compuesto por mujeres, expertas de reconocimiento estatal e internacional: Teresa Almeida, Bridget Anderson, Marina Forti, Patricia Orejudo, Laia Serra y Stasa Zajovic.

El 29 de junio, la Audiencia fue inaugurada contando con la presencia del Ayuntamiento de Barcelona (Jaume Asens, Tercer Teniente de Alcaldía y M. Dolores López, Comisionada de inmigración, interculturalidad y diversidad), así como de representantes de las organizaciones convocantes a nivel internacional (Jille Belisario del Transnational Migrant Platform Europe y Federico Pacheco de la Coordinación Europea de La Vía Campesina). También intervinieron Lamine Sarr por parte del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes y de la Tancada Migrant de Barcelona, Gianni Tognoni, Secretario General del Tribunal Permanente de los Pueblos y Brid Brennan, del Transnational Institute. Jaume Asens afirmó que “las 100 personas muertas hoy en el mediterráneo nos señalan una fosa común, nos señalan responsabilidades políticas en un contexto de crisis de los Derechos Humanos». Lamine Sarr recordó que las personas migrantes tienen muchas más dificultades para cruzar las fronteras que las propias mercancías. A su vez, Federico Pacheco observó que “el discurso que justifica el racismo y el colonialismo es llevado a cabo por todos los países de la Unión Europea, justificando medidas que buscan mecanismos de expulsión más eficaces, mientras Europa viola la ley internacional dejando morir gente en el mar». Por su parte, Jille Belisario resaltó que con la Sesión «se busca avanzar hacia el reconocimiento de la humanidad y de la dignidad las personas migrantes y refugiadas, pero además visibilizar su participación como sujetos de pleno derecho en la elaboración de las alternativas hacia una sociedad más justa». Brid Brennan remarcó que «estas audiencias del TPP han desarrollado un gran espacio de encuentro entre personas migrantes y refugiadas que son en sí mismas agentes políticos transnacionales y que nos traen el reto de construir nuevas solidaridades desde dentro de la Europa Fortaleza»

La introducción de la Audiencia estuvo a cargo de Juan Hernández Zubizarreta y Beatriz Plaza, los cuales vincularon los elementos esenciales de la Acusación General establecida en 2017, con los ejes de la Audiencia de Barcelona (Género y diversidad sexual, Menores y Jóvenes y Frontera Sur). En particular denunciaron a la Ley española de Extranjería y a la Ley de Seguridad Ciudadana que criminalizan a las personas migrantes. Resaltaron además la necropolítica europea, al centro de la violación con impunidad de los derechos, y que consiste en dejar morir a las personas. A su vez, el Secretario General del Tribunal Permanente de los Pueblos recordó el proceso de la Sesión del TPP, observando que en las Audiencias anteriores (Palermo, diciembre de 2017 y París, enero de 2018), se logró la documentación y calificación jurídica de las políticas europeas. Afirmó que las muertes causadas por la necropolítica europea son el resultado de una guerra que la Unión Europea y los países Miembros han declarado a las personas migrantes y refugiadas, y que los acuerdos de los gobiernos europeos están creando un derecho paralelo que viola los tratados internacionales y consolida auténticos crímenes de sistema.

En el Eje sobre Género y Diversidad Sexual que fue introducido por Carmen Miguel Juan, los casos fueron preparados y presentados por Ca la Dona, Entrepobles, Mujeres migrantes diversas, ACATHI, Stop Maremortum, Yo sí sanidad universal/PASUCAT, No muri No recinti, Women’s Link, Casa Delle Donne, Non Una di Meno Genova, APDHA, KASAPI & MELISSA-Grecia, Waling-Waling Campaign for Rights of Migrant Domestic Workers-UK, Women in Exile, Centro Filipino de Barcelona, Mujeres pa’lante, Alianza contra la Pobreza Energética, Unitat Contra el Feixsme i el Racisme (UCFR). Desde el marco establecido en la introducción en la que se expresaba hasta qué punto las legislaciones sobre migración y refugio son «ciegas al género», se desplegaron una serie de consecuencias en forma de vulneraciones específicas a las mujeres. El reconocimiento del derecho a protección internacional centrado en los casos en los que las vulneraciones se dan en el espacio público y por parte de un agente estatal, relega a un segundo plano muchas de las causas de las que huyen las mujeres, consideradas como «domésticas» o «culturales». Por otro lado, la vinculación de la residencia temporal al contrato laboral no tiene en cuenta los trabajos de cuidado a los que muchas veces pueden acceder las mujeres migradas. En términos de las violencias en el tránsito, se presentaron casos sobre la realidad que prevalece en Italia, Grecia, Alemania, Marruecos y el Estado español. Se evidenció el continuum de violencias que sufren las mujeres migrantes y refugiadas en sus países de origen, en el tránsito hacia las fronteras europeas y una vez establecidas en los países europeos, a través de sus trabajos, a menudo invisibilizados en los hogares o en los campos agrícolas, y en su acceso a salud o a la vivienda y los subministros energéticos. En el Eje también se presentó el caso de las personas LGBTI. Éstas son blanco en los países de origen de homicidios, violencia sexual y de género, tortura y detenciones arbitrarias. En el tránsito, son víctimas de todo tipo de violaciones de derechos y una vez dentro de las fronteras europeas, no se despliega un marco adaptado que pueda asegurar su protección.

Cas de Isla Mar (Sra. Estefanny Molina, Women’s Link)

El Eje de Menores y Jóvenes fue introducido por Raquel Prado, y los casos fueron presentados por el Espacio del Inmigrante y el Centro Filipino de Barcelona. Se destacó la situación de desamparo que sufren las personas menores de 18 años, a pesar de que están protegidas por más de cien normas de derecho internacional, de las cuales la UE y sus Estados miembros han firmado y ratificado casi la totalidad. En particular se destaca la Convención de Derechos del Niño y la Niña. Las personas menores migrantes viajan no acompañadas, o bien son separadas en el tránsito hacia las fronteras europeas. Muchas desaparecen, víctimas de tráfico de personas, de prostitución, explotación, esclavitud, sin que los Estados asuman sus responsabilidades de buscarlas. Se denunció que los Estados tampoco aseguran el accesoa una vida digna y plena para las personas jóvenes que cumplen la mayoría de edad, en igualdad de condiciones respecto al resto de jóvenes.

El Eje de Frontera Sur fue presentado por Bru Aguiló de Fotomovimiento, y los casos fueron preparados por: NOVACT, Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, Alianza por la Solidaridad, Observatori DESC, Fotomovimiento, Collectif Des Femmes Migrantes Au Maroc COFMIMA, Women’s Link, SOS Racisme, Centre Delàs, Tanquem els CIEs, Alianza por la Solidaridad, APDHA, Women’s Link, IRIDIA, ELIN. La presentación del Eje se enmarcó como un Espacio de “No Derecho”, en el cual prevalecen: expolio, colonización, neocolonización, imperialismo y neoimperialismo, así como un profundo racismo institucional. Se transitó desde los espacios de no-derecho que aparecen antes de cruzar las fronteras y, pasando por ellas, se llegó a los espacios de no-derecho que se construyen alrededor de la persona migrada en nuestras ciudades a través del racismo institucional. Se empezó destacando las devastadoras cifras de las llegadas: Si se toma como marco temporal comparativo del 1 de enero al 10 de junio del 2017, y se compara con el mismo período de tiempo del presente 2018, observa que las llegadas se multiplicaron por dos, alcanzando la cifra de 9315 en 2018 y las muertes y desapariciones se multiplicaron por cuatro. En el conjunto del Mar Mediterráneo, más de 14.000 personas murieron o desaparecieron desde 2014. Mediante las rutas mediterráneas en general, se estima que llegaron a territorio europeo más de 42.000 personas, y que únicamente en 2017, 10.000 fueron devueltas a Libia. En los casos y testimonios presentados se destacó la violación de derechos en Marruecos, en las fronteras marítimas y la valla (por ejemplo mediante el caso de Tarajal, el de las mujeres de isla del Mar o testimonios directos), se denunciaron una serie de prácticas por parte de los agentes del Estado Español que llevaron a 15 personas muertas el pasado 6 de febrero de 2014. Se extendieron esas denuncias a los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIEs) que, junto con las redadas de perfil étnico o las trabas burocráticas para conseguir la regularización, contribuyen a mantener a las personas migradas en una posición de vulnerabilidad que facilita su explotación laboral y su silencio. Por otra parte, se denunció cómo uno de los pilares de la arquitectura que asegura la impunidad en la violación de los derechos de las personas migrantes y refugiadas se ubica en la externalización a actores privados, muchos de estos siendo empresas transnacionales. En ese sentido, se destacó el negocio que realizan empresas activas en el ámbito militar y de la seguridad, y se ilustro en concreto el caso de INDRA. En este caso se evidenció la co-responsabilidad del gobierno español, que dispone de 18,7% de las acciones de la empresa. INDRA fue denunciada por haber construido la tercera valla en la frontera de Melilla, por la producción de equipo militar usado por Arabia Saudita en Yemen, y por haber influido, con otras empresas del sector, en que la respuesta de la Unión Europea y del Gobierno español a la «crisis migratoria» sea eminentemente militarizada.

Sani Ladan, ELIN

Las organizaciones de personas migrantes tuvieron un rol central en la Audiencia. No sólo en el reconocimiento de las vulneraciones y opresiones que sufren sino también en términos de las resistencias generadas ante tales vulneraciones. Esto se hizo evidente bajo la forma de narrativas diversas y acciones auto-organizadas, que van de la revindicación de sus derechos, como las organizaciones de trabajadoras del hogar y de los cuidados (Waling-Waling, Mujeres migrantes diversas), a la denuncia y el apoyo mútuo de las situaciones que vulneran incluso la legalidad (Women in Exile). Además, cabe resaltar la importancia de las alternativas económicas propuestas desde el asociacionismo y cooperativismo del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, que recientemente ha lanzado su «antimarca» de ropa «Top Manta», o la propuesta de MELISSA-Greece, conformada por mujeres de más de 45 nacionalidades que dan solución a menores no acompañados/as, entre otras cosas. Una de las principales contribuciones de la Sesión del TPP radica en contribuir a la visibilización del aporte social que esas resistencias generan, entretejidas con las luchas sociales tradicionales. En ese sentido, la representante de Waling Waling decía «nuestra campaña transnacional por nuestros derechos laborales es una de nuestras grandes contribuciones a esta era del sindicalismo de Gran Bretaña».

Tras una atenta escucha de las historias de vida durante dos días, y recogiendo las principales ideas de los testimonios, las Juezas del Tribunal expresaron su profundo reconocimiento por la valentía, contundencia y precisión de las personas y organizaciones que presentaron los casos. Afirmaron que en las fronteras europeas se están cometiendo crímenes contra la humanidad, y que los responsables son tanto la Unión Europea como los Estados Miembros.

Patricia Orejudo observó “hemos escuchado numerosas historias de vida plagadas de violencias, brutalidad y negación de derechos. Lo común a todas ellas es que han sido producidas por la ubicación forzosa de estas personas en Espacios de No-Derecho. La primera causa de estos espacios es que el propio Derecho discrimina y desposee de derechos”. Señaló también que se crea “No Derecho” por la falta de visibilidad de las necesidades y particularidades de todas las personas. Tras su supuesta neutralidad, hay una configuración andocéntrica que dificulta el ejercicio de los derechos por parte de las mujeres, niñas, y del colectivo LGBT. “La Ley de Extranjería es androcéntrica, cuando ignora la especificidad del trabajo doméstico o de cuidados, ejercido fundamentalmente por mujeres y en un porcentaje importante, mujeres migrantes”. Por tanto, se requieren conceptos flexibles que palien la inter-seccionalidad de la discriminación. Subrayó también que los Espacios de “No Derecho” se generan cuando las leyes no son aplicadas y que se abren espacios de impunidad y negación de la justicia. Finalmente, observó que la conformación de estos espacios es la antesala para más zonas de “No Derecho”, y que si no se remedia esto, los recortes de derechos se extenderán a todas las personas.

Laia Serra consideró al Tribunal Permanente de los Pueblos como una herramienta de reconocimiento de las vulneraciones, de visibilización de patrones sistemáticos de violencias, de creación de nuevas categorías políticas y jurídicas y de oportunidad de denuncia, de reparación simbólica, a la vez que espacio de encuentro para tejer alianzas. Destacó lo oportuno de la Audiencia en términos de rebasar el debate entre lo legal y lo legítimo, la legalidad versus la justicia. Observó también cómo la frontera se ha convertido en un concepto basado en la segregación, que legitima el mantenimiento de privilegios, una suerte de “nuevo Apartheid”, donde se enfrenta a las personas que tienen ciudadanía y a las que no la tienen. Señaló que prevalece una “invisibilización de que la riqueza y el estado de bienestar europeo están construidos sobre la explotación, expolio y la violencia hacia otros pueblos”, en el marco de una Deuda Histórica, en la cual Europa tiene “responsabilidad por el exterminio de Pueblos y culturas, y la depredación de sus recursos”. Afirmó también que en la base de las políticas migratorias actuales se encuentra el modelo económico capitalista. Se pronunció también sobre el fascismo social, en tanto que “un discurso que banaliza las violencias, reivindica la legitimidad de la amenaza exterior y la necesidad de protección”.

Teresa Almeida destacó la prevalencia actual del fascismo social, que se manifiesta como un régimen, cultura y civilización, donde las nociones de justicia, equidad, universidad y solidaridad pierden todo significado. En este régimen, las relaciones sociales y laborales se encuentran permeadas de segregación, violencia, precariedad e indiferencia y la democracia se vacía de significado, dejando de reconocer a todas las personas como sujetos de derechos. “Lo que se ha reportado aquí, no ha sido únicamente la indiferencia ante la desesperación y la muerte de las personas, sino también el hostigamiento y la criminalización de las personas migrantes y de las que les brindan su apoyo”, señaló. Destacó también que “no solo se permite sino que se alienta a los actores que tienen la capacidad de causar daños a las personas migrantes, en el marco de los acuerdos que se firman con los países en tránsito como Marruecos, Libia y Turquía, y que actúan como porteros que previenen la entrada a Europa de las formas más horribles que nos podamos imaginar”. Valoró también la necesidad de establecer redes de resistencia que contrarresten la militarización y la securitización de la “Europa Fortaleza”, y que puede tomar la forma de establecer espacios como la Sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos, la creación de ciudades-refugio, entre otras.

Bridget Anderson afirmó que “el problema no son las personas migrantes, el problema es Europa”. Destacó que la situación actual de estas personas expone la naturaleza patriarcal y anti-mujeres que existe en Europa. “Los aspectos negativos de Europa se vinculan estrechamente con el capitalismo, no son simplemente malas actitudes, sino más bien dominación, expropiación y negocio, tanto a nivel económico, como social”. Señaló la importancia de las alternativas que desarrollan las personas migrantes en los Espacios de “No Derecho”, convirtiendo a las fronteras en espacios donde se hace política. En ese sentido resaltó la importancia de iniciativas como la del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona y el Centro Elin de recepción de migrantes. Observó también que se debe dejar de considerar a las personas migrantes como víctimas que debemos ayudar, y más bien reconocerlas como agentes de los cuales tenemos mucho por aprender. Recordó que se debe seguir exigiendo a la Comisión Europea la libre circulación de las personas, detener la externalización en la gestión de las fronteras, asegurar vías libres y seguras y canales legales para entrar en Europa, pero que también se debe exigir la redición de cuentas de las empresas transnacionales y de algunos actores humanitarios que colaboran estrechamente con la policía y el ejército. Por otra parte, afirmó que los sindicatos deben ser interpelados, porque reconocen únicamente al trabajo formal, mientras deberían apoyar el desarrollo de nuevas organizaciones de trabajadore/as más inclusivas. Finalmente, recomendó que se conecten los abusos y la explotación de las personas migrantes con los beneficios de las empresas transnacionales.

Marina Forti observó que los medios de comunicación tienen una responsabilidad importante en la difusión de una narrativa basada en nociones como la “emergencia” o la “crisis migratoria”, difundiendo frecuentemente estereotipos negativos sobre las personas migrantes y sus organizaciones. Recomendó en ese sentido trabajar sobre un relato alternativo, y el papel que la prensa puede jugar en ese sentido. Destacó que “los discursos de emergencia, crisis e invasión forman parte de una construcción deliberada de la política del miedo y del odio”. “Los derechos fundamentales se pierden en las vallas y fronteras, desaparecen en los campamentos en el tránsito, se hunden en el Mediterráneo”. Finalmente recordó la importancia de las organizaciones de personas migrantes y de la sociedad civil organizada en el restablecimiento de Espacios de Derecho, donde se mantenga viva la solidaridad.

Stasa Zajovic aludió al cierre de la ruta de los Balcanes y la situación de completa vulneración de derechos que se da allá, recogiendo datos sobre las narrativas institucionales de la Unión Europea que que propugnan que estas situaciones se den y que, además, se normalicen.

El Secretario General del Tribunal Permanente de los Pueblos, Gianni Tognoni, concluyó que los crímenes contra la humanidad denunciados ante el Tribunal tienen “el agravante de una estrategia de no reconocimiento de los hechos y de la garantía de impunidad para los responsables individuales e institucionales”.

La próxima Audiencia de la Sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos tendrá lugar en Londres en octubre de 2018 y será sobre la temática del trabajo. La Audiencia final del Tribunal tendrá lugar a inicios del 2019.